MURPHY Y SUS LEYES

¿Quién no hay oido hablar de Murphy? ¿Quién no ha oido hablar de la historia de la mantequilla, la tostada y la gravedad?. Supongo que la respuesta será siempre la misma: he oido hablar de ese tal Murphy, odio a Murphy, vamos a darle una paliza a Murphy... En fin, la esencia de las leyes de Murphy dice que si algo puede ir mal, irá mal. Si algo puede salir mal, tranquilo, saldrá mal. Pero sonrie, mañana puede ser peor.

Las leyes de Murphy, mundialmente conocidas por todos, éstas son unas pocas:

• Principio de Delay: Siempre que llegues puntual a una cita no habrá nadie allí para comprobarlo, y si por el contrario llegas tarde, todo el mundo habrá llegado antes que tú.
• Ley de Gusiluz: Si intentas ponerte el pijama sin dar la luz para no despertarte del todo, las posibilidades de no ponerte lo de delante atrás son prácticamente cero.
• Principio de Aspirino: Da igual por donde abras la caja de un medicamento. Siempre te molestará el prospecto.
• Principio de Emergencio: Si mantienes la calma cuando todos pierden la cabeza, sin duda es que no has captado el problema.
• Ley de Escaquini: Aquél capaz de sonreir cuando las cosas van mal lo es porque ya ha pensado a quien le echará la culpa.
• Ley de Pudder: Todo lo que empieza bien, acaba mal. Todo lo que empieza mal, acaba peor.
• Ley de Perrusel: No hay tarea tan simple que no pueda hacerse mal.
• Ley de Chisholm: Cuando las cosas vayan bien, algo habrá que haga que vayan mal.
  * Cuando parece que ya nada puede ir peor, empeora.
  * Cuando le parezca que las cosas van mejor, es que se le ha pasado algo por alto.