09 octubre 2006

IMPOTENTES

F.C.Primates 0 - Peña Javi Rodríguez 7
El primer partido oficial no pudo tener un desenlace más desalentador. Un abultado marcador en contra pese a la sensación de no haber realizado un mal encuentro. El partido era el inicio de una nueva era. Nueva pista de juego, nueva Liga, nuevo formato... quizás demasiadas cosas de golpe.
Primates comenzó con Brahim de cierre, Jurado y Oriol por las alas y Da de pivote. Bien cerrados atrás esperando y cediendo la iniciativa al contrario. Éste, era un gran equipo que supo en todo momento romper la defensa y alguna que otra cintura primatil. Con un juego rápido de toque y combinación fácil, llegaban claramente a los dominios de un inspirado Natxupichu. Tras errar incontables ocasiones de gol, marcaron el primero y posteriormente Brahim marcó el segundo en propia meta. 2 a 0 al descanso. Primates dispuso de pocas oportunidades, todas ellas de disparos lejanos atajados sin problemas por el gran meta rival. Solo le inquietaron en un chut lejano, como no, de Da que dio en la madera.
En la reanudación, Primates se vino abajo físicamente y el contrario pasó como un rodillo por encima del equipo. Fueron 7 pero pudieron ser 15, Natxupichu tuvo, a pesar de la abultada derrota, una gran actuación. En este periodo sin embargo, el equipo hizo méritos para anotar algún que otro gol. Aunque el portero rival, Antonio Fco Jimenez, estuvo fenomenal.
El encuentro en si, no tuvo mucha historia. Se enfrentaron dos equipos con niveles muy diferentes. La Peña Javi Rodríguez, hoy por hoy, está dos o tres peldaños por encima nuestro. Éste debe ser un equipo en el que fijarnos para aprender e intentar emular su alegre forma de juego. La impotencia fue la tónica, querer y no poder...
El juego de la Peña Javi Rodríguez sin pelota es tan importante como con ella, dar un pase e irse, nunca quedarse quieto. Buscar profundidad a base de paralelas y si es posible, diagonales, esto se consigue con movimientos sin balón constantes. Recibir, levantar cabeza, un toque para el control y otro para el pase, ninguno más de los necesarios. Lo que no sea eso, relentiza el juego, algo que solemos hacer cada jugada. Una vez hemos soltado el balón, entraremos en diagonal o paralelo según la jugada, siendo nuestro espacio cubierto por un compañero que bajará del ataque a desempeñar la misma faena. El número de veces que debe repetirse el movimiento depende de las opciones ofensivas que se nos presenten. Si a la primera, hay un hueco claro para colocar una paralela, pues se pone y se acompaña la jugada. Si no, se empieza de nuevo. Necesitamos Bakeros en el equipo, o sea, aquel jugador capaz de pasar el balón atrás a pesar de lo poco efectivo que resulta a priori. Pero recordad que mientras nosotros tengamos el esférico no lo tiene el rival, con lo que no nos ataca. Hay que saber tener paciencia en busca del momento más oportuno, no precipitarse. Digo todo esto por qué a nivel ofensivo nuestro partido fue muy nulo. Colectivamente no existimos, solo mediante jugadas individuales aisladas somos capaces de crear peligro. El margen de mejora es considerable con lo que hemos de ir aprendiendo poco a poco... peor dificilmente lo haremos.
En cuanto a la defensa, hay que tener un concepto claro, hay que seguir al hombre individualmente una vez ha entrado en nuestra zona. No vale cambiárselo sin hablar... El mandamás debe ser el cierre, él debe marcar al primer jugador rival que entra, aunque si el jugador vuelve a salir de la zona debido a las rotaciones de balón se le dejará. Posiblemente su hueco será ocupado por un jugador que era defendido por un ala o pivote, en este caso previo aviso se hará un cambio. Si el cierre no dice nada, cada uno seguirá a su hombre hasta el fin de la jugada. Para realizar en defensa un cambio hay que estar muy seguros, cualquier desajuste ocasiona peligro. Es inaceptable e impensable que el rival nos rompa por no haber seguido una pared. En la segunda parte, nuestra gran losa fue el estado físico. El rival movía rápido el balón y como aun no sabemos defensar haciendo cambios, el desgaste fue enorme. La mayor parte de la plantilla no está ni al 50% de forma y eso se nota. Aunque solo es cuestión de tiempo. Recordad que la última carrera siempre debe ser hacia abajo.
Otro aspecto a destacar, es la falta de comunicación dentro del campo. Si antes comentaba lo importante que era en tareas defensivas, en ataque idem de idem. Natxupichu debe en este sentido, ser pieza angular. Él ve mejor que nadie el partido, él ve los fallos de marcajes, él puede anticiparse a las jugadas con un grito a tiempo. Él debe tomar mayor protagonismo, mandarnos y dirigirnos en el campo.
La Peña Javi Rodríguez fue mejor técnica, táctica e individualmente. Fueron más agresivos y le pusieron más ganas, aspectos en los que nosotros sin tanta calidad como ellos deberíamos poner más hincapié. No digo que con ganas y fuerza se ganen los partidos, pero sin ella tampoco. Cuando nuestro rival es tan superior debemos contrarrestar esa calidad con un mayor sacrificio individual.
Por último quisiera destacar las excelentes instalaciones de Vall Parc. El pabellón presenta un aspecto extraordinario. Grandes y cómodos vestuarios y una superficie de juego perfecta para la práctica del fútbol-sala. El único pero lo pondría a que la pista exige un estado físico excepcional algo de lo que aun carecemos.
La próxima semana más y esperemos que mejor. La Peña Javi Rodríguez creo será el rival a batir, un equipo por encima del resto y que se paseará sin excesivos problemas en la Liga. Primates necesita tiempo para adaptarse a los cambios... todo llegará por qué equipo hay.
10.Da, un bloggero impotente.

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