15 febrero 2007

ATERRIZA COMO PUEDAS


Aterriza como puedas es como bien sabéis una película de humor rodada hace bastante tiempo. Pues bien, el pasado viernes viví en mis propias carnes, con sin demasiadas risas, algo similar.

Tenía previsto pasar el fin de semana en Bilbao con Janire, por lo que para aprovechar un poquito más, la ida era el viernes a eso de las 21:10. Hay casi una hora entre el trayecto, recoger la maleta... por lo que la intención era cenar fuera (hora teórica de llegada, 22:15) y gozar de nuestra mutua compañía como solemos hacer. Llegué al aeropuerto del Prat a eso de las 19:45, con tiempo de sobra, puesto que debía embarcar a las 20:40. Primera en la frente cuando nos informan de un pequeño retraso debido al avión de enlace, efectuaríamos la salida a eso de las diez de la noche. Para mí esto es algo normal y tampoco le di mucha importancia. Llegada la hora, embarcamos y posimos rumbo a Sondika...

Nos presentan la tripulación a todo el pasaje, piloto venezolano y sobrecargo francés. Plácido trayecto hasta llegar a la altura de Bilbao. Tranquilamente disfrutando de un buen libro de Michael Crichton "Rescate en el tiempo 1999-1357" pasé la casi hora de viaje... Y cuando nos aproximábamos a aterrizar, sucedió. Decir que el aeropuerto de Sondika está en una especie de bahía en la cual entran fuertes corrientes normalmente. En la ocasión que nos atañe, hacía mucho viento. La mezcla de ambos factores sumado a un inexperto y nervioso piloto hizo que casi no lo contáramos. Intentó, el venezolano aterrizar sin éxito una vez. Se tomó un tiempo y lo intentó de nuevo, esta vez llegó incluso a sacar el tren de aterrizaje pero cuando casi tomábamos tierra, la fuerza del viento aumentó y perdió el control. Decidió subir de nuevo pero mantener un rumbo fijo era muy complicado ya. Subir el avión fue arduo y difícil; turbulencias, movimientos constantes y mareos por doquier... La mitad del pasaje vomitaba, la otra rezaba. Yo asustado solo quería pisar el suelo de nuevo. A trancas y barrancas, el piloto logró alzar el avión de nuevo. Tened el cuenta que la desaceleración había sido tremenda y volver a "despegar" sin estar en el suelo no era tarea sencilla. Sinceramente creo que el piloto cometió una imprudencia con la segunda intentona. Éste nos intentó explicar lo sucedido pero, entre sus nervios y que la mitad lo dijo en inglés, nadie se percató de sus intenciones.

La historia continua... aterrizamos a las 23:30 en Vitoria tras el fiasco de los dos intentos. Era el aeropuerto más cercano. Nadie de la compañía Vueling se presentó, aunque nos informaron (la tripulación) que nos pondrían autobuses dirección Bilbao. Tras esperar casi media hora dentro del bus, conflicto de intereses entre compañías aereas (el bus lo puso Iberia y hasta que confirmó que Vueling les pagaría, no salimos) Una hora de viaje. Llegada a Sondika a la 1 y poco. A esas horas había escasez de taxis con lo que acabé llegando a casa de Jani a eso de la 1:40. El viernes perdido aunque vivo para escribir este post.

En la vuelta a pesar de no tener ningún tipo de susto, tuvimos un retraso de casi hora y cuarto. De llegar al Prat a las 23:30 lo hicimos a las 00:45... algo por desgracia muy común y frecuente. Jodiendo con ello a nuestros recogedores personales (gracias por la paciencia)


Suerte que no llegó a vomitar el pasajero que iba justo a mi lado (aunque estuvo soplando dentro de una bolsa de plástico durante todo el suceso) por qué sino sin querer la hubiera liado yo también... Fue todo una gran experiencia que esperó no repetir.


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